No es oro todo lo que reluce

Hoy os traemos un caso cuanto menos curioso. Hemos estado tirando de archivo y hemos visto cómo no es oro todo lo que reluce en el tenis femenino. Nos centraremos más concretamente en el caso de Simona Halep, una tenista rumana de 17 años, que debido a sus grandes pechos no podía desarrollar todo su juego a la perfección. Ella misma reconoció que se sentía muy incómoda a la hora de jugar, por ello, tomó la decisión de reducirse el pecho, ya que para ella era mucho más importante su desarrollo a nivel profesional que el hecho de tener las mamas grandes.

Pues bien, lo curioso viene ahora, cuando se armó toda una campaña a nivel mundial a través de Internet, en la que miles de hombres pedían y suplicaban a la tenista que por favor no fuese a hacerse esa desgracia. Además de esto, otras deportistas de pechos grandes veían muy mal dicha intervención porque de este modo, Simona estaba mandando un mensaje negativo a todas aquellas mujeres que estuviesen en la misma situación y quisieran practicar deporte.
No estoy de acuerdo. Creo que si una mujer de pechos grandes quiere practicar deporte, lo seguirá haciendo igualmente, independientemente de Simona, puesto que es su propio caso personal, a ella le molesta y lo ha decidido así. No somos nadie, ni yo, ni todos aquellos internautas, para decirle a esta mujer que no se opere por el goce y disfrute que supondrá para éstos durante unos minutos.
Al final, Simona se operó y no dejó llevarse por nadie y, desde mi punto de vista, hizo muy bien porque fue lo que ella realmente quería. Eso sí, lo siento mucho por todos los que han perdido las fantásticas vistas de la tenista. Por ello, adjunto una imagen ilustrativa para todos, para los que quieren recordar cómo era y para los que afirman que esos pechos suponen una gran dificultad.
Espero que disfrutéis, un saludo.